EDUCACIÓN

BOLSAS PLÁSTICAS: UN PROBLEMA ECOLÓGICO QUE NOS AFECTA A TODOS
En recientes años, un número creciente de países alrededor del mundo han tomado medidas para reducir la dependencia de las bolsas plásticas. La basura de las bolsas ha llegado a simbolizar los peores excesos de una derrochadora sociedad consumista. Desde 1977, cuando la industria de los supermercados distribuye por primera vez bolsas plásticas en los EE.UU., se han utilizado descomunales cantidades en todo el mundo. Se estima que en el mundo, cada año se consumen entre 500 mil millones a 1 billón de bolsas plásticas.
La bolsa plástica ha sido muy popular debido a su extraordinaria resistencia y ligereza. Propiedades que han establecido bajos costos de producción y distribución. Aunque la introducción de la bolsa es relativamente reciente, actualmente se considera tan esencial como un recipiente para llevar artículos. La bolsa plástica es utilizada diariamente por una amplia variedad de personas que provienen de diferentes zonas geográficas, estratos sociales y niveles culturales. Este consumo descontrolado ha llevado a diferentes países a regular, prohibir y disminuir a través de políticas públicas el uso de bolsas, principalmente las llamadas “desechables” o de un solo uso.
35 países ya prohibieron el uso de bolsas plásticas, 9 países establecieron impuestos por su uso, 12 países consideran prohibiciones o gravámenes y 26 estados de Estados Unidos introdujeron legislación sobre uso de la bolsa plástica.
La mayoría de los plásticos contiene sustancias químicas dañinas como BPA (Bisfenol A) y ftalatos, que resultan inseguros para el consumo o uso humano. Consumidores de todo el mundo utilizan cada año millones de millones de bolsas plásticas no reutilizables, cuyo promedio de uso es de 12 minutos, pero contaminan las aguas, sofocan humedales y enredan, enferman y matan a animales.
Eventualmente, esto afecta la salud humana porque grandes animales comen pequeñas criaturas cargadas de plástico que se integran, a su manera, a la cadena alimentaria y los humanos terminan consumiendo animales que han comido ciertas formas de plástico no-biodegradable que se fabrica a partir de un recurso no renovable: el petróleo. Se estima que se requieren 3 millones de barriles de petróleo (477.000.000 litros) sólo para producir los 19 mil millones de bolsas plásticas usadas anualmente en California.
Las bolsas pueden ser consideradas un mal necesario que cada vez más genera residuos acumulables que tardan cientos de años en degradarse. Se encuentran en los diferentes ecosistemas terrestres, hasta en los menos habitables como los polos. Se acumulan en grandes extensiones como en la llamada “Isla del Plástico” ubicada en el Océano Pacífico y que está formada por todo tipo de desechos, botellas, bolsas de plástico, tapones, etc. No obstante, en los últimos años han proliferado las bolsas oxo-degradables, debido a que la industria del plástico ha desarrollado aditivos que aceleran la desintegración de las bolsas. Sin embargo, estos aditivos están elaborados en base a metales pesados (cromo, níquel, cadmio), los cuales producen una desintegración visual del plástico como consecuencia del proceso de oxidación que ocurre en las cadenas poliméricas cuando la bolsa es expuesta a factores ambientales como temperatura, humedad, radiación, entre otros. No hay biodegradación, sólo desintegración.
Por ello en el mundo se debe fomentar el uso de bolsas textiles o las confeccionadas en base a polímeros vegetales. Estas últimas son elaboradas principalmente a partir de materias primas renovables, principalmente derivadas de almidón y ácido poliláctico (PLA por sus siglas en inglés). Las bolsas elaboradas con estos materiales se descomponen en pocos meses y no contaminan el medioambiente. Además, cumplen con las normas internacionales de compostabilidad y biodegradabilidad.
Ver mapa de los principales países que regulan el uso de bolsas plásticas